Las reuniones iniciales pueden ser bastante formales - donde se espera que dé la mano a todos los presentes a su llegada, pero las reuniones posteriores pueden llegar a ser mucho más informales. Es probable que haya bastante charla antes de que comience la reunión. No tenga demasiada prisa en terminar esta primera parte de la reunión, ya que el tono que establezca aquí podría ser importante en el ciclo de desarrollo de la relación. Procure no parecer impaciente o demasiado agresivo.
Aunque no son confrontativos, los brasileños tienen un temperamento latino y con frecuencia parecerán muy emocionales durante las reuniones (especialmente a aquellas culturas que tienen un enfoque más reservado). La emoción es simplemente una expresión de compromiso e interés y no indica una falta de control o enojo.
Se presta menos énfasis en la importancia de la puntualidad absoluta que en algunas culturas anglosajonas y asiáticas y no debería sorprenderse que las sesiones comiencen tarde y terminen aún más tarde. Una vez más, es importante que usted no parezca evidentemente frustrado por esta actitud flexible en cuanto a los horarios. Se le da mucho más importancia a la relación que a los factores relacionados con el tiempo.
Si se tiene una agenda, no espere que se siga al pie de la letra. Todos los temas de la agenda serán cubiertos, pero no necesariamente en el orden en que aparecen en el documento escrito. En un país que se ve gravemente obstaculizado por la burocracia, este enfoque flexible ('jeito') tiene una importancia real y puede llegar a ser su mayor activo.
No tenga demasiada prisa por salir corriendo al final de una reunión, incluso si la reunión se demora más de lo previsto. Tómese el tiempo para parecer relajado y fácil de llevar, ya que son cualidades muy admiradas en Brasil.
