Actividades en Brasil

Rio de Janeiro podría ser un viaje en sí mismo, y cualquier visitante de la ciudad debe visitar la estatua del Cristo Redentor. Sobre los acantilados de Corcovado, la estatua de 130 pies de altura es un símbolo reconocido en todo el mundo, y desde su base tendrá una vista de clase mundial de Río de Janeiro, la montaña Pan de Azúcar, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), la Bahía de Guanabara y las playas de Ipenema y Copacabana. 

 

 

La fascinante geografía de Brasil se exhibe en las Cataratas del Iguazú, en el corazón del Parque Nacional Iguazú. Situado en donde las aguas del Río Iguazú caen en cascada desde la meseta de Paraná, las Cataratas de Iguazú cuentan con más de 275 caídas individuales, la mayor mayor de las cuales, la Garganta del Diablo, es una caída masiva de 90 metros de altura. 

 

Con famosas playas como Ipanema y Copacabana, ningún viaje a Brasil está completo sin un poco de tiempo de calidad en la arena. Copacabana es famosa por sus 2,5 kilómetros de blancas y limpiras arenas y su excelente vida nocturna, por lo que es uno de los sitios favoritos entre lugareños y turistas por igual. Las playas de Itacaré son otra opción increíble. Aquí se puede elegir entre más de 15 playas escondidas entre las colinas cubiertas de palmeras y afloramientos de selva tropical. Algunas de las playas de Itacaré están repletas de hoteles, bares y restaurantes, mientras que otros están al margen de la vida moderna. 

 

Pantano do Sul es otro enclave virgen. Un tradicional pueblo de pescadores en el extremo sur de Florianópolis, donde los visitantes pueden disfrutar de largos días en la playa de kilometro y medio de largo, y noches cenando algunos de los mariscos más frescos capturados en los alrededores.